Platón ilustra, sin siquiera nombrarla, lo que la virtud de la humanidad debería ser cuando dijo, “sé amable porque todo aquel que conoces está librando una durísima batalla”.
“Poco” tiempo después de ellos vino el que es tal vez el modelo ejemplar de la humanidad. Jesucristo, sin mencionarla tal cual, personificó como nadie a esta virtud. Frases como su primera palabra en la cruz, “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen” o, “al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra, son solo algunas máximas que hasta la fecha conmemoramos y seguimos intentado imitar y encarnar.
Virtud de humanidad
Es reconfortante, cuando menos, que desde el Confucianismo y Budismo, después pasando por la Filosofía Griega y Cristianismo, la virtud de humanidad se haya mantenido como céntrica para cada una de estas filosofías. Para la psicología no es distinto, pues ésta mantiene que la humanidad, la disposición a participar en actos de generosidad, amabilidad y benevolencia con la intención de elevar a quien va dirigido la intención y/o acto es requisito fundamental para la vida bien vivida. Lo que no es tan reconfortante es lo difícil que le resulta al humano el siempre actuar con humanidad.
Los obstáculos en el camino hacia la humanidad
¿Por qué, como sugiere Platón, no somos siempre amables con toda persona que se cruce en nuestro camino? Porque, también como dice Platón, estamos todos librando una durísima batalla. Irónicamente, esta batalla durísima dentro de nosotros es la que nos impide ser siempre amables.
A nuestro cerebro reptil le resulta más fácil encerrarse, le resulta más seguro pensar y actuar para sí mismo y entonces, si queremos ser más humanos, no tenemos de otra más que constantemente anular la directriz de nuestro software desactualizado (cerebro) de ensimismarnos por default (la energía del ensimismamiento fluye en la dirección opuesta de la de la humanidad).
¿Es imposible entonces hacer algo al respecto? Claro que no y mi evidencia sería mostrarte a Jesucristo, Buda, Confucio entre muchos otros que también tuvieron el mismo cerebro que tú y yo tenemos. Ser verdaderamente humanos no es imposible como lo sería mover una montaña de lugar, pero sí es muy difícil como lo sería mover el cauce de un río.
La historia de tu vida
La palabra humanidad en realidad solo significa aquello más intrínseco del ser humano, aquello que más ser humano hace al humano.
Cada respiración que das cuenta la historia de quien eres, de lo que te hace ser humano, de tu humanidad. En cada respiro, o se cultiva la expansión de tu corazón o refuerzas la contracción del mismo.La historia de tu vida, ¿habla acerca de un corazón expansivo que toca a todo quien se cruce por su camino o habla acerca de un corazón contraído que drena, que roba, que ignora? Tú decides, ¿no? Tú la escribes, ¿no?
¡Conoce a Eugenio Hugler!
Socio fundador de HOUP MX, es Ingeniero Químico Administrador y está certificado por UPENN en psicología positiva. Él se encarga de investigar y adaptar el contenido que se abarca en los diferentes programas.
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