“Observa la situación con atención plena”, “estate en el aquí y en el ahora”, “pon atención al momento presente”, “aquieta la mente”, son frases que, si las escucháramos por primera vez, bien podrían inquietar algo dentro de nosotros.
Sin embargo, como estas frases o alguna variación de éstas son usadas y escuchadas hasta el cansancio, pueden, hoy en día, llevarnos a ignorarlas o hasta a irritarnos. Y esto que apenas comienzo a describir es parte de este movimiento contagioso y mágico del, “Mindfulness”.
La práctica del mindfulness
Es evidente cómo en los últimos años se ha dado una explosión de interés con respecto a esta palabra y ha transformado a todo este tema, e inclusive a la práctica en algo dicotómico, volviendo al estado “mindfulness” en algo tan espiritual como mundano, siendo algo muy alcanzable pero a la vez lejos de alcanzar. Y por esto, me parece útil e importante explorar el sentido y aspectos del “mindfulness” y realmente entender, de una vez por todas, lo que sí es el estado “mindful” de lo que no es. Me falta entonces, pedirles su atención concentrada para comprender la densidad de este texto, puesto que sin duda resultará difícil explicar y entender la conceptualización de un tema que claramente pertenece al reino de lo sensorial. Me han preguntado en varias ocasiones si pudiera describirles el significado de “mindfulness”, en unas cuantas palabras. Yo contesto que es como si estuvieran preguntándome encapsular brevemente lo que es el amor o lo que es el arte. Veamos pues, si en unas cuántas oraciones, me puedo dar a entender...
¿Qué es el mindfulness?
El significado más común de “mindfulness” es definirlo como estar en el presente, vivir en el momento. La persona que describiría al estado “mindful” de esta manera no está equivocada, pero al mismo tiempo solo está encapsulando parcialmente lo que este estado o cualidad mental implica. ¿Qué estaría excluyendo? Para responder, supón que observas a un perro labrador. Lo ves corriendo por todos lados, olfateando todo y hasta probando algunas cosas, yendo y viniendo de aquí para allá respirando intencionadamente, completamente invertido en el momento. ¿Está viviendo en el presente? Definitivamente. ¿Está “mindful”? Muy probablemente no. Aun falta la cualidad mental metacognitiva de la observación y lo que esto significa es que mientras estamos viviendo en el presente, podemos saber que estamos sabiendo, podemos saber que estamos viendo, oliendo, probando, sintiendo táctilmente o experimentando algún objeto mental, podemos saber que estamos experimentando distintos fenómenos sensoriales. El perro, en cambio, conoce (o reconoce) el olor, el sabor, el sonido, pero no sabe que está sabiendo (o reconociendo) algo y, en vez, está perdido en la experiencia sensorial. Le falta la cualidad metacognitiva, es decir, la capacidad de “cognizar” que está “cognizando”.
Una cualidad metacognitiva
Entonces, “mindfulness” incluye estar en el presente e incluye la cualidad metacognitiva de estar consciente de lo que está surgiendo momento a momento, ¿no? Sí, sin embargo, aún falta por incluir el último aspecto. Lo que falta ser incluido para poder decir que esta poderosa cualidad de la mente está presente, generalmente es expresado con ciertas frases como, “ábrete a todo" o, “solo estate con la experiencia” o, “suelta y deja ir”. A lo que apuntan estas frases es, que para que la cualidad mental de mindfulness esté presente, deben estar ausente los tres filtros mentales que son la raíz del sufrimiento. Podemos estar en el presente y consciente de lo sucede momento a momento, pero aún observando la experiencia desde el filtro del apego, desde el filtro de la aversión o desde el filtro de la ignorancia. Hay que observar abriéndonos a todo para no ser envueltos por la red del engaño (ignorancia), hay que observar solo estando con la experiencia para no ser quemados por el fuego del deseo (apego), hay que observar soltando y dejando ir el agarre firme de lo que rechazamos (aversión). Finalmente, podemos encapsular al “mindfulness”, como la cualidad de la mente de estar observando en el presente y sabiendo cualquiera que sea el objeto sucediendo sin apego, es decir; sin jalar, sin aversión, sin empujar y sin ignorar, sin dar vueltas en círculos. La cualidad de mindfulness es poderosa, es radical y revolucionaria. Y me atrevería a decir que el estado de atención plena tiene, como nada en este mundo, el tremendo potencial para liberarnos. Próximamente profundizaré más sobre el tema...
Eugenio Hugler
¡Conoce a Eugenio Hugler!
Socio fundador de HOUP MX, es Ingeniero Químico Administrador y está certificado por UPENN en psicología positiva. Él se encarga de investigar y adaptar el contenido que se abarca en los diferentes programas.
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